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Nombre: Mr. Woodstock
Ubicación: México, Distrito Federal, Mexico

Escritor, Publicista, Consultor, Aventurero, Alegre, Amigable, Filósofo.

jueves, noviembre 27, 2008

PEPEGRAMAS

¿Qué son los sueños?
Existen infinidad de definiciones: imágenes mentales que produce el cerebro cuando sus ondas electromagnéticas bajan a determinada frecuencia mientras dormimos; desahogos emocionales del inconsciente que libera lo reprimido durante la vigilia, desdoblamiento del ser en cuerpo físico y astral o alma; entrada en otra dimensión de la realidad. Lo cierto es que soñar es una experiencia interna que todos vivenciamos a diario, aunque no seamos conscientes de ello.
Los sueños nos enfrentan a nosotros mismos y nos exigen intuición y sabiduría para captar sus mensajes. Por lo general, el lenguaje de los sueños es metafórico, por lo que debemos interpretar su simbología para entenderlos.
Soñar es un estado natural del ser humano, un regalo del Creador que nos permite abrir las puertas del conocimiento que, durante la vigilia, no logramos ver. Recuperar el sentido de los sueños en nuestra vida nos llevará por un camino de autoconocimiento y perfección que siempre estuvo disponible.

Los sueños no tienen todos la misma función: algunos sirven para conocernos más, otros nos anticipan y previenen acerca de acontecimientos futuros; hay sueños que son mensajes divinos y otros que resultan ser formas de comunicación con seres queridos vivos o fallecidos.
Si aprendemos a escuchar y a intervenir en nuestro propio mundo onírico, al mejor estilo de los chamanes, éste dejará de ser para nosotros una dimensión oscura y atemorizante, par convertirse en una herramienta poderosa pero manejable, que puede sanar, ayudar a resolver problemas o evitar disgustos, a reparar daños kármicos y a lograr objetivos que parecían inalcanzables.
Lo más fantástico de los sueños es que, cuando empezamos a prestar un mínimo de atención a los mensajes que contienen, eventualmente llega un punto en el que comenzamos a recibir consejos prácticos para solucionar los problemas que nos agobian en un momento determinado. Son consejos que vienen directamente del Espíritu Supremo.

El sueño y las fantasías, dice Jung, se refieren no sólo a lo que es de mayor urgencia para el sujeto soñante, sino a aquello que, dentro del momento vital del individuo en cuestión al que hace referencia el sueño, es más importante o doloroso para él.
De ahí la trascendencia de dar importancia a los mensajes oníricos en su justa medida.

En los sueños anida el misterio de lo que hemos sido y de todo lo que deseamos ser.

¡Hasta la próxima!...

domingo, noviembre 02, 2008

Grabado en piedra
Los epitafios son frases que se colocan sobre sepulturas, con el fin de honrar la muerte de un ser querido. Su uso se remonta a la antigüedad Griega y Romana, donde usualmente se inscribían sobre lápidas sepulcrales. Sin embargo el epitafio no se escribe forzosamente en verso y, además de comunicar un mensaje especial sobre el difunto -o de comunicar al lector su propia inmortalidad-, tiene un carácter perenne, como la tumba. Para los epitafios, comunmente se utilizan citas bíblicas o aforismos, aunque han trascendido al ámbito literario y es común que los escritores compongan la frase que lucirá su lápida. Así, se convierten en una peculiar forma de expresión que subraya los afanes, argucias y arilugios que fabrica el hombre contra el olvido -incluso humorísticamente-, si es que hemos de aceptar que, social y culturalmente, la muerte es un valor en crísis.
Pero para no seguirles contando, aquí les ofrezco algunos de diferentes tumbas, de diferentes rumbos, de diferentes autores, desde los anónimos hasta los firmados, pero, sobre todo, con diferentes formas de despedir o despedirse de los que se nos adelantaron.

Epitafio humorístico.
Cierta solemnidad en la ironía
-dije alguna vez a mis amigos-
pero, sobre todo, ejerzamos
un trágico sentido del humor.
Y sí, en efecto, todos rieron
hasta las lágrimas
cuando supieron mi deceso.
Epitafio de la que se murió de amor.
Una vieja ha fallecido
de amor, y aquí se enterró;
considere el advertido
si enamorada murió
qué tal habrá vivido.
Epitafio Literal.
Murió al pie de la letra.
(Raúl Renán).
Epitafio a cuenta.
El chapucero canuto
hace un año aquí llegó.
Pagó a la tierra tributo...
fue lo único que pagó.
Antonio Plaza (1833-1882).
Epitafio rencoroso.
Joaquín pasos murió.
¡Dios lo haya perdonado!
Nosotros no.
Ernesto Mejía Sánchez
(1923-1985).
Más Epitafios
Yace aquí la trompa trompeta
y se murió muy ufano
con una nalga en la mano
y en otra la corneta.
Aquí yace moliére, el rey de los actores.
En estos momentos hace de muerto y de
verdad que lo hace bien.
(Epitafio de Moliére para sí mismo).
La naturaleza y sus leyes yacían ocultas en la noche;
Dios dijo: >>Sea Newton<<
Y todo fue luz.
(Sir Alexander pope, epitafio para su amigo Sir Isaac Newton).
No es que yo fuera superior. es que los demás eran inferiores.
(Epitafio de Orson Welles).
Aquí yaces y yaces bien, tú descansas y yo también.
(Epitafio de una viuda agradecida, para su esposo).
¿No que no?
(Epitafio del hipocondriaco).
Esto es lo que le pasa a los chicos malos.
(Epitafio de Alfred Hitchcok).
Aquí yace X, como un héroe entre sus víctimas.
(Epitafio del médico, según Shopenhauer).
Aquí yace la tía Carmelita,
que vivió y murió señorita,
y en su vida llena de horrores;
Cero hits, cero carreras y cero errores.
(Epitafio a la tía Carmelita).
R.I.P.
Celebremos a nuestros difuntos este día de muertos...

Los Epitafios anteriores forman parte de una compilación de Miguel Flores Ramírez, publicada en la revista Algarabía.