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Nombre: Mr. Woodstock
Ubicación: México, Distrito Federal, Mexico

Escritor, Publicista, Consultor, Aventurero, Alegre, Amigable, Filósofo.

sábado, marzo 22, 2014

 Las buenas o malas decisiones no vienen del cerebro… ¡son hormonales!
 
Por cuántas decisiones nos felicitamos! Por cuántas nos perseguimos y castigamos.Y, sin embargo, poco tenemos que ver en esas elecciones. ¿Sabían que decidir es un hecho primordialmente inconsciente? ¿Y que, casi un 95% de las decisiones ocupan esa región del cerebro? Más allá de lo que creímos por siglos, es el cuerpo, el organismo, quien decide por nosotros. Por lo que, antes de dar el sí o el no a determinado proyecto, en vez de estar pendientes de cómo está nuestro estado de ánimo, lo que deberíamos hacernos es un recuento hormonal como para entender por qué tenemos tal o cual impulso. ¿No nos ahorraríamos problemas?
 
Testosterona. Oxitocina. Cortisol.
La primera nos llena de confianza, aumenta la autoestima y nos empuja a decidir pensando sólo en nosotros, sin medir las consecuencias, ni los riesgos para el resto del mundo. Por el contrario, si nos falta, nos volvemos más indecisos.
La oxitocina, por su parte, tiene sobre las personas un efecto contrario al de la testosterona. Es ella la que nos lleva a establecer relaciones de confianza y acercamiento con los otros. Nos hace ser más cooperativos. Pero a no desmerecer una u otra.
El estado ideal para tomar una decisión es el de equilibrio entre ambas, con la silenciosa presencia del cortisol, la hormona vinculada al estrés y al valor a la hora de tomar decisiones, de enfrentarse a los peligros.
                                                              
Es bueno saber que uno no está tan solo al tomar decisiones. Que hay todo un coctel de hormonas en movimiento, qué mejor que tener a mano alguna explicación que nos excuse y nos permita compartir las culpas con nuestras hormonas. 
Es un buen pretexto, ¿no creen?  
 
 

 
 
 
                                                                  

viernes, marzo 14, 2014

La ciencia platicadita
Aunque los políticos, la burocracia académica, los empresarios y hasta los investigadores nos han hecho creer que existe una investigación científica “básica” y otra “aplicada” -a la que se llama tecnología-, lo cierto es que, como dijo Louis Pasteur, no hay dos clases diferentes de ciencia; en su expresión más clara y llana, no es más que el descubrimiento de verdades sobre la naturaleza, y no implica necesariamente propósitos de mercados de consumo.
Acerca de la metafísica
La metafísica es el estudio de lo abstracto del ser y de Dios, en su dualidad positiva y negativa. Es la disciplina que estudia todo fenómeno que se encuentra fuera del campo físico, ya que, más allá de nuestra materia, somos alma, mente y energía.
La armonía cósmica se basa en siete principios universales que trabajan en forma conjunta y permiten que la “creación” funcione con la perfección con que la ideó la mente rectora.
A continuación, recordemos cuáles son esas leyes y que significa cada una:
1.- Ley del Mentalismo.
Todo es mente. Dios creó el universo con la mente, por lo tanto Él es mente y no puede crear otra cosa que no sea mente.
2.- Ley de la Correspondencia.
Todo tiene que ver con todo. Cualquier aspecto de la vida está relacionado con otro aspecto de la misma.
3.- Ley Vibracional.
Todo está en movimiento, todo vibra. Los estados mentales se lanzan al exterior del cuerpo que los crea y van golpeando cuerpos afines como hacen los instrumentos. Estas vibraciones afectan positiva o negativamente a otras mentes, alterando los estados emocionales.
4.- Ley de la Polaridad.
Todo es dual, cualquier cosa tiene su opuesto que le corresponde. Los opuestos son idénticos en su naturaleza pero diferentes en grado. Los extremos se tocan. Todas las paradojas pueden reconciliarse.
5.- Ley del Ritmo.
Todo fluye y refluye. La realidad tiene su periodo de avance y retroceso. Todo asciende y desciende. El ritmo es la compensación, la armonía del cambio.
6.- Ley de Causa y Efecto.
No hay causa sin efecto, ni efecto que no tenga una causa, sea en lo físico o en lo espiritual. Hagas lo que hagas, cosecharas lo que siembres.
7.- Ley de la Generación.
Todo tiene su principio masculino y femenino. Todo lo que existe, se halla ligado al principio de la polaridad y, por lo tanto, produce generación, da vida. Siempre hay un par de opuestos, el principio masculino y el principio femenino.

Estas son las 7 leyes de la metafísica. Todo universo se rige por las mismas leyes; por ello, es a través del conocimiento espiritual que podremos comprender su funcionamiento.
 

 
 


miércoles, marzo 12, 2014

No dejemos que la apatía y la pasividad se apoderen de uno. La solución y el problema están en nosotros. Eliminemos nuestras ataduras, seamos más productivos y más competitivos. En nuestro interior tenemos el potencial para hacer muchas cosas.   
La arrogancia cierra todas las puertas hacia la sabiduría. El que busca atajos para llegar lejos, comprobará que no existen. El trabajo sobre uno mismo para evolucionar tiene que hacerlo uno mismo.   
En la vida, la única manera de avanzar y de crecer, es moverse. Debemos seguir caminando, aunque a veces las cosas no salgan como queremos, o que no nos gustan, o que nos aburren. Debemos seguir caminando porque siempre habrá algo por lograr.

Olvídense de los talismanes... la suerte hay que trabajarla, día a día, con esfuerzo, trabajo y mucho entusiasmo. Sólo así se darán los resultados que queremos alcanzar.
La mejor forma de predecir el futuro es creándolo.  

Aquello a lo que le tienes miedo, es una clara indicación de lo siguiente que tienes que hacer. Si piensas que perderás, ya has perdido; el éxito empieza con la voluntad.
Cuando dejas de mirar los problemas de tu trabajo como obstáculos y comienzas a verlos como escalones, subirás por encima de tus dificultades y obtendrás algo de ellas…
Te harán más fuerte y competente.

jueves, marzo 06, 2014

Todos tenemos años de experiencia y la profunda y sincera esperanza de tener el potencial para trascender en esta vida. Pero si queremos vivir una vida que refleje plenamente nuestra expresión personal, debemos admitir nuestras vulnerabilidades y reconocer nuestras malas acciones. Por eso, no nos preocupemos si somos personas con reducido o amplio talento; ocupémonos por dar más, por dar lo mejor que tenemos, sin importar lo reducido o vasto que sea. Seamos conscientes de nuestras limitaciones, pero sin olvidar lo que podemos ser.
 
Los buenos hábitos adquiridos en nuestra vida son los que marcarán la diferencia, los que nos ayudarán a transformarnos en mejores individuos, en mejores profesionales. Ser un triunfador dependerá de nuestro propio esfuerzo. Pero recordemos que:
No hay crecimiento sin sacrificio, disciplina y control de sí mismo.    
  
 

 


lunes, marzo 03, 2014

 Vivimos en una era en la que hemos olvidado en qué consiste la vida.
Tenemos una tecnología que nos permite estar siempre conectados, sin embargo, personalmente, estamos más desvinculados. Vivimos tan aislados que nos cuesta cruzar la calle para saludar a un nuevo vecino. Sabemos más que nunca, y al mismo tiempo menos que nunca, lo que significa la verdadera convivencia entre personas.
Curiosamente sabemos más cosas de una persona visitando su perfil, que hablando con ella.


Siguiendo con el tema, es curiosa la evolución de los teléfonos móviles: ahora sirven para no tener que llamar a nadie; peor aún, esa enajenación de estar checando las notificaciones sí que está afectando las relaciones personales. Cuidado con el "Phubbing", el mundo real no está frente a una pantalla. Creo que con toda esa tecnología, lo único que llegaremos a conocer en las personas será su rostro, y creo que ni eso. Cuenta la leyenda que antes las redes sociales eran para hacer amigos, no para dejar de tenerlos.


La mayoría de los jóvenes quieren un mundo diferente pero se pasan las horas del día twitteando, mandando mensajes, o frente al monitor. Muchos de ellos oscilan entre la apatía total y una descarnada agresividad. Inquieta y estremece… pero es imposible quedarnos indiferentes. Hoy más que nunca debemos tomar en cuenta lo dicho por Goethe: “La juventud quiere ser estimulada no instruida”

¡Hasta la próxima!

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