París… la ciudad luz.

Es ese resplandor que destella amor, que ilumina a los enamorados bajo la magia del atardecer parisino. Los amantes han convertido a París en el pretexto ideal para los encuentros amorosos, apasionados, inolvidables…   

 

¿Qué sentido tiene la vida, si no es el de amar y hacer de este mundo enredado un mejor lugar para convivir? El sentido de vivir lo encontramos amando, porque el amor está arraigado, por naturaleza, dentro de cada uno de nosotros.

El amor es la alegría de la vida, la más bella, la más inolvidable…