La voz de la intuición…   

Habrá ocasiones en que algo dentro de nosotros nos inquieta, como que no fluimos porque no nos estamos escuchando. Es cuando debemos hacerle caso a esa vocecita que late dentro de nosotros la que nos dice lo que debemos hacer, lo que es mejor para nosotros. Sí, es la voz de la intuición, la que nos ayuda a decidir en esos momentos de desconcierto, de indecisión. La intuición es esa percepción particular que nos advierte de los peligros del entorno, nos ayuda a relacionarnos con los demás y nos permite vivir mejor. Esta habilidad es crucial en la toma de decisiones, más aún, cuando ciertas situaciones están afectando nuestra vida. 

Actitudes que deberíamos cambiar para mejorar la autoconfianza.

Ante todo, evitar pensar mal de uno mismo. El primer paso es dejar de bombardear al cerebro con pensamientos negativos sobre nuestra actitud. Lo siguiente, es evitar a las personas que te critican y que constantemente te machacan lo que estás haciendo mal, por lo menos hasta que la autoconfianza regrese a su sitio. Dejar de pensar sobre nuestros defectos y centrarnos sólo en aquellas cosas que nos gustan y se nos dan mejor. Tener en mente que debemos ser pacientes y darse un tiempo para lograrlo, pues no es el momento de ser exigente con uno mismo.

La autoestima nace del amor a uno mismo.  

Acerca de las mini ficciones...

Me gusta escribir mini ficciones porque es jugar con la imaginación para crear fantasías. Escribir todo tipo de utopías sin que sean verdaderas o tener que creer en ellas. Lo que más disfruto es darle alas a mi escritura para envolver y atrapar al lector con mis fantasías.  
Ahora un par de ejemplos:

Retorno

Hete aquí que había un hombre que quería escribir un cuento.
Agotados los temas interesantes de su entorno tuvo que acudir en demanda de auxilio a la caverna del genio de los cuentos. Identificado al instante, el anciano guardián de los temas permitió el acceso al cuentista al interior de la gruta.
-Pasa, hijo. Tengo tramas retorcidas con finales felices, desgraciados, trágicos y ridículos. Hay historias de bodas reales y de políticos honestos, de amores sublimes, de viajes fantásticos, de promesas cumplidas y metas alcanzadas; escoge nomás.
El hombre salió de la caverna, satisfecho y sonriente. Al llegar ante su mesa de trabajo, empezó a escribir: “hete aquí que había un hombre que quería escribir un cuento”…

El místico
Huberto, el místico, vivía en una especie de celda, ante la imagen de un Cristo tallado en madera. Se extasiaba olvidando por completo el mundo. Oraba:
-¡Apártame de todos los pecados!
El Cristo lo veía.
-¡Que no escuche la voz mundana de la existencia!
-¡Señor, no quiero ver nada, sólo a Ti!
El Cristo lo escuchaba.
Un día, olvidó cerrar la ventana de su recamara, que se abría a la luz.
Sus demandas eran cada vez más fervorosas, síntesis de su miedo.
El Cristo no dejaba de mirarlo.
De pronto, por la ventana abierta, penetraron voces: rumor de las cosas, esencias, lluvia, viento, sol… vida.
-Señor, perdón he dejado la ventana abierta… Y alzó los ojos para implorarle.
La cruz estaba sola, ¡Vacía! El Cristo había escapado por la ventana.

Espero hayan sido de su agrado.

Historia que trata de un hombre que vivía solo.

(Versión, 1968)

En los edificios viejos hay un vecino que toca la guitarra,

un niño que dibuja en las paredes,

un hombre que vive solo y una tía solterona.

En los edificios viejos siempre hay una grieta en la pared y un agujero.

Los vecinos adolescentes se enamoran mientras

escarban el yeso con llaves o monedas.

Hay siempre vecinos que gritan, un pájaro que construye

Un nido en la azotea y una mujer que silba

la misma tonada cada mañana.

En los edificios viejos hay siempre olor a sopa de fideo.

El hombre que vive solo ya comienza a cantar.

 

Historia que trata de un hombre que vivía solo.

(Versión, 2010)

En los condominios nuevos hay un vecino que va al gimnasio,

un chofer que se la pasa leyendo el periódico,

un hombre que vive solo y una mujer divorciada.

En los condominios nuevos siempre hay niños gritando.

Los vecinos adolescentes se enamoran mientras

se mandan mensajes con sus celulares.

En los condominios siempre hay nanas paseando bebés por los jardines,

perros que ladran todo el día y vecinos que azotan

la puerta de su casa cada mañana.

En los condominios nuevos se mezclan muchas culturas.

El hombre que vive solo ya comienza a entrenar.

 

¡Hasta la próxima!

 

Hoy, 9 de octubre, John Lennon estaría cumpliendo 75 años de edad.

Este viernes Liverpool se vuelca en celebraciones para uno de los músicos más influyentes del siglo XX

Y el mundo recuerda sus canciones, esas canciones que siguen marcando la pauta musical de toda una época, y que hoy en día se refleja en los diferentes movimientos musicales. 

 

 

Imagine all the people living life in peace...

La generación de los “Millenials” (nacidos a partir de 1980)   

Pertenecen a la generación Y son los nativos digitales que no conocen el mundo sin música y video portátil. Inventaron el multitasking y aprendieron a lidiar con la sobrecarga de información, a la que algunos ya denominan “infoxicación”. No sólo consumen video online; producen y postean sus contenidos audiovisuales, mucho más que la generación X y los Baby Boomers. Se los considera “prosumidores” (productores y consumidores) de su entorno digital. “Para los millenials la vida es sobre conexiones, intercambio y colaboración. Redes sociales, crowdsourcing [una suerte de terciarización masiva], mashups [aplicaciones que combinan funcionalidades de otras fuentes], de comentarios en sitios de noticias. Ya no sólo consumen medios, sino que interactúan con ellos. 

Suele creerse que las nuevas tecnologías son cosas de jóvenes. Y sobre esa base no pocas veces se habla de “brecha generacional” para señalar las supuestas dificultades que los mayores podrían tener en el uso del celular o Internet, en contraposición con la familiaridad que muestran los “Millenials”.

La mayoría de los jóvenes quieren un mundo diferente pero se pasan las horas del día twitteando, mandando mensajes, o frente al monitor. Muchos de ellos oscilan entre la apatía total y una descarnada agresividad. Inquieta y estremece… pero es imposible quedarnos indiferentes. Hoy más que nunca debemos tomar en cuenta lo dicho por Goethe: “La juventud quiere ser estimulada no instruida”

Para tomar en cuenta.

En el continuo avance de la tecnología, esa que nos augura ciudades organizadas y administradas por computadoras, a la sombra de inmensas torres, de gigantescos rascacielos, me pregunto: ¿Serán las computadoras y las comunicaciones capaces de desterrar la imagen del subdesarrollo? ¿Encontrará el hombre nuevas formas de vivir, nuevas formas de convivencia, de disfrutar? Creo que el hombre de hoy, quizá más que el de cualquier época, está siendo rebasado por la tecnología pues se halla inmerso ante su propio progreso.

Me pregunto si las computadoras con sus interfaces afectan nuestros sueños o si fue el sueño el origen de nuestro performance virtual. Pensar, creer, inventar que el sueño es una analogía de lo escrito del mundo diseñado y editado, no hará que la poesía sea un sueño… ¿o sí?

Dicen que el internet hará desaparecer a los periódicos... Yo, lo dudo.

El periódico nos permite darnos una pausa del ajetreo diario, para descansar de la pantalla, para actualizarnos, para acompañar con el cafecito de la mañana. Además, el periódico siempre será nuestro mejor aliado, por sus diferentes usos, y si no me creen, nomás chequen: Para madurar los aguacates. Limpiar los vidrios. Recoger la popó del perro. Hacer barquitos de papel; incluso, cuando llueve, utilizarlo como paraguas… ¿Qué tal?

¡Hasta la próxima!