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Nombre: Mr. Woodstock
Ubicación: México, Distrito Federal, Mexico

Escritor, Publicista, Consultor, Aventurero, Alegre, Amigable, Filósofo.

jueves, octubre 22, 2015

Acerca de las mini ficciones...
Me gusta escribir mini ficciones porque es jugar con la imaginación para crear fantasías. Escribir todo tipo de utopías sin que sean verdaderas o tener que creer en ellas. Lo que más disfruto es darle alas a mi escritura para envolver y atrapar al lector con mis fantasías.  
Ahora un par de ejemplos:
Retorno
Hete aquí que había un hombre que quería escribir un cuento.
Agotados los temas interesantes de su entorno tuvo que acudir en demanda de auxilio a la caverna del genio de los cuentos. Identificado al instante, el anciano guardián de los temas permitió el acceso al cuentista al interior de la gruta.
-Pasa, hijo. Tengo tramas retorcidas con finales felices, desgraciados, trágicos y ridículos. Hay historias de bodas reales y de políticos honestos, de amores sublimes, de viajes fantásticos, de promesas cumplidas y metas alcanzadas; escoge nomás.
El hombre salió de la caverna, satisfecho y sonriente. Al llegar ante su mesa de trabajo, empezó a escribir: “hete aquí que había un hombre que quería escribir un cuento”…

El místico
Huberto, el místico, vivía en una especie de celda, ante la imagen de un Cristo tallado en madera. Se extasiaba olvidando por completo el mundo. Oraba:
-¡Apártame de todos los pecados!
El Cristo lo veía.
-¡Que no escuche la voz mundana de la existencia!
-¡Señor, no quiero ver nada, sólo a Ti!
El Cristo lo escuchaba.
Un día, olvidó cerrar la ventana de su recamara, que se abría a la luz.
Sus demandas eran cada vez más fervorosas, síntesis de su miedo.
El Cristo no dejaba de mirarlo.
De pronto, por la ventana abierta, penetraron voces: rumor de las cosas, esencias, lluvia, viento, sol… vida.
-Señor, perdón he dejado la ventana abierta… Y alzó los ojos para implorarle.
La cruz estaba sola, ¡Vacía! El Cristo había escapado por la ventana.


Espero hayan sido de su agrado.