soloporescribir
Acerca de mí
- Nombre: Mr. Woodstock
- Ubicación: México, Distrito Federal, Mexico
Escritor, Publicista, Consultor, Aventurero, Alegre, Amigable, Filósofo.
jueves, diciembre 31, 2015
miércoles, diciembre 30, 2015
Y llegamos a la última semana del año, momento para hacer una pausa y
recordar a los
amigos que significan algo para ti. Amigos que han tocado tu
vida de alguna u otra manera. Dicen, y dicen bien, que el valor de las cosas no está
en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden. Por eso existen
momentos inolvidables, cosas inexplicables, y
¡amigos incomparables! Por
eso hoy estoy recordando a todos mis amigos, a los presentes, y a los ausentes…
en mi vida, los recuerdo siempre.
¡Feliz año 2016!
¡Feliz año 2016!
jueves, diciembre 24, 2015
martes, diciembre 22, 2015
La palabra enmudeció… dejando sólo el eco del silencio.
La
letra paralizada que tiene miedo de morir, pero pocas fuerzas para continuar
con vida a través de monosílabos y puntos finales, entre mutismos que usurpan
la función comunicativa de las palabras en un estilo puramente minimalista.
Puede ser doloroso, pero siempre nos demostrará que la narrativa puede
reinventarse a partir de nada.Es en esas ocasiones en que el silencio me presiona… hace que mi mente resuene. Es agotador. Por eso respeto el silencio, por eso escribo en silencio.
Esta noche, quisiera escribir con el ánimo de no producir bostezos, un relato que cuente una historia con una estética rica en matices, con una intensidad que atrape al lector. Una historia que no se diluya, que no se pierda en el recuerdo. Que sea como memoria contenida, como emoción congelada, suspendida en el tiempo. Caray, aún tengo que descifrar el tema para empezar a escribir. Lo siento amigos, pero será hasta el próximo capítulo… ¡Buenas noches!
viernes, diciembre 18, 2015
Reflexiones de un náufrago escritor.
Desde mi juventud tuve un amor no correspondido… la
literatura. Y desde entonces, mis relatos han sido incompatibles con ella. Por
más que lo intentado no logro terminar una novela, imagino que he sido
demasiado quisquilloso con la prosa narrativa, ni pensar en la poética. Creo
que mi narrativa está influenciada por el existencialismo de mi época. Definitivamente, seguiré
naufragando en mis relatos.En lo que a mí respecta, he de confesar, con la mayor franqueza, que a la escritura la quiero yo más a ella, que ella a mí. Casi siempre está a disgusto conmigo, sobre todo cuando la abandono para ocuparme de otras cosas. O como sucede ahora mismo, que hablo de ella, de sus amarguras y sus reproches. Y es que la escritura se disgusta mucho cuando, al escribir, utilizo palabras vanas, palabras que se lleva el viento. Entonces puedo sentir como se transforma, como se enfurece… L
martes, diciembre 15, 2015
Cuando
estoy pensando y escribiendo me gusta hacerlo por
las noches, alejado de ruidos y distracciones. Ya definido el tema, empiezan
los ensayos, las correcciones, los cambios, y es que la experiencia me ha
enseñado que reducir el vocabulario con el que trabajo es esencial para sujetar
un buen relato. Lo importante no es ofrecer algo novedoso sino algo distintivo;
la novedad es sólo un estado temporal. Por eso no me gusta escribir frases, sino describir sensaciones,
emociones, sentimientos, y la mejor manera es utilizando palabras cálidas,
sensibles, que se queden, que lleven a la reflexión…
Cuando escribo algún relato, primero me concentro en temas de la vida diaria: Intereses, vicios y virtudes del ser humano; luego imagino, y observo, a un protagonista hasta darle existencia propia (sus secretos, sus ambiciones, sus miedos). Sí, hay que romperle la cara a la realidad, no quedarse en lo aparente, ahondar en lo que hay detrás, más allá de cada persona. Por eso busco que mis personajes se muevan por sí mismos, tratándolos en un tono que exprese sentimientos y emociones, que sacudan al lector con un suceso rotundo, definitivo... una manera de tocar las fibras de los lectores, una manera de quedarme en su mente.
Aunque no lo parezca, escribir es agotador. Hay que darle vuelo a la imaginación para expresar una emoción o un sentimiento. Y no sólo eso, hay que luchar con el lenguaje, y para esta lucha hay que ejercitarse de día y de noche.
Cuando escribo algún relato, primero me concentro en temas de la vida diaria: Intereses, vicios y virtudes del ser humano; luego imagino, y observo, a un protagonista hasta darle existencia propia (sus secretos, sus ambiciones, sus miedos). Sí, hay que romperle la cara a la realidad, no quedarse en lo aparente, ahondar en lo que hay detrás, más allá de cada persona. Por eso busco que mis personajes se muevan por sí mismos, tratándolos en un tono que exprese sentimientos y emociones, que sacudan al lector con un suceso rotundo, definitivo... una manera de tocar las fibras de los lectores, una manera de quedarme en su mente.
Aunque no lo parezca, escribir es agotador. Hay que darle vuelo a la imaginación para expresar una emoción o un sentimiento. Y no sólo eso, hay que luchar con el lenguaje, y para esta lucha hay que ejercitarse de día y de noche.
miércoles, diciembre 09, 2015
No,
no soy un escritor ni pretendo serlo. Sólo escribo por escribir… escribir acerca de mis vivencias, de las emociones, de los estados de
ánimo. De lo que pasa en el día a día, en nuestra sociedad, en el mundo; sobre
los encuentros y desencuentros. Escribir acerca de la miseria humana, acerca de
la nostalgia y la alegría. En síntesis, me gusta
escribir sobre las metamorfosis y sinsentidos cotidianos de la vida.
Mi secreto al escribir, es que puedo crear paraísos e infiernos, alegrías y tristezas; escribir acerca de las pasiones y las emociones, y todo tipo de utopías sin tener que creer en ellas. Por eso me gusta crear quimeras, por eso me gusta lo que escribo. Por eso…
“Me gustaría tener alas para volar hacia tu noche oscura, y acercarte a la luz de mi escritura, porque entre más me leas, más sencillo me será conquistarte”.
Ahora ya lo saben… el principal atributo de un escritor es seducir, conquistar. La intención es atraer a sus lectores, acercarlos a su escritura, para que los lean. Así nacen los grandes escritores, los novelistas, los “Best Sellers”. Si no fuera así, ¿para qué escribir?
Mmm... la insoportable levedad del escritor.
Mi secreto al escribir, es que puedo crear paraísos e infiernos, alegrías y tristezas; escribir acerca de las pasiones y las emociones, y todo tipo de utopías sin tener que creer en ellas. Por eso me gusta crear quimeras, por eso me gusta lo que escribo. Por eso…
“Me gustaría tener alas para volar hacia tu noche oscura, y acercarte a la luz de mi escritura, porque entre más me leas, más sencillo me será conquistarte”.
Ahora ya lo saben… el principal atributo de un escritor es seducir, conquistar. La intención es atraer a sus lectores, acercarlos a su escritura, para que los lean. Así nacen los grandes escritores, los novelistas, los “Best Sellers”. Si no fuera así, ¿para qué escribir?
Mmm... la insoportable levedad del escritor.
miércoles, diciembre 02, 2015
Me
gusta escribir utilizando el poder de la comunicación profunda e incisiva. Uno
tiene que ser disciplinado con el pensamiento para tener control sobre las
palabras y así evitar perder el tiempo escribiendo trivialidades.
Sí, me gusta compartir mi manera de pensar y escribir en base a las ideas y reflexiones que me invaden, dejándome llevar por emociones y sentimientos para desarrollar una historia equilibrada e inteligente que motive al diálogo reflexivo con mis lectores.
Algunos escritores apuntan que no importa el tema que
se seleccione para escribir, lo importante es hacerlo de manera disciplinada y
por convicción. Yo, como persona, puedo tener mis convicciones, pero no dejo
que me afecten al escribir. Prefiero que mi mente se abra motivada por la
curiosidad a que se cierre por causa de mis convicciones. Aunque dicen que: “La
verdadera tolerancia exige tener convicciones”.
Sí, me gusta compartir mi manera de pensar y escribir en base a las ideas y reflexiones que me invaden, dejándome llevar por emociones y sentimientos para desarrollar una historia equilibrada e inteligente que motive al diálogo reflexivo con mis lectores.
Pues hoy, en nombre de la tolerancia, se prohíben.
Carpe Diem!