Te lo cuento a tus pies

El corazón partido
Déjala... no importa que insista, si llama con voz infame a mi corazón, es para dejarme sólo desengaños, es para dejarme muy hondas inquietudes...
Déjala, no hagas caso.
Déjala... no importa que insista, si para ella siempre tuve mi corazón abierto, y sólo decepciones dejó en él.
Dile que no insista, dile que no llame, que al fin que aquí adentro hay sólo desolaciones... hay sólo ruinosos recuerdos de antaño...
Por eso es que ahora, solo y decepcionado, con el alma de hielo, con la vida amargada, tendré sólo para ella...
¡el corazón partido!

Cosumo no convencional del tabaco.
La acerca a un foco: quiere verla mejor.
Luego enciende un cigarrillo, se permite una bocanada
de humo y sacude las cenizas.
Entonces presiona la brasa contra la mejilla de la mujer,
contra sus labios contra el cuello.
Poco a poco recupera su odio.
Después el escote y los pies, el pliegue interno del codo,
los párpados, hasta aplastar el cigarrillo, hasta deshacerlo.
Reconoce el olor... no es la primera vez que quema
una foto de ella.

En el amor no hay prescripciones... no hay perdones ni olvidos.

JÉNICO

¡No hay víctimas, sólo voluntarios!...