Sólo para César...

Los ideales son como las estrellas; no conseguirás tocarlas con tus manos, pero como el marinero en el mar oscuro, puedes usarlas para guiarte y, siguiéndolas, alcanzar tu destino. En tu interior está el objetivo y la fuerza para llegar a ese ideal, aunque también están los obstáculos que pueden hacerte tropezar antes de poder alcanzarlo.

Sueña siempre y apunta hacia más allá del punto que estés seguro de poder alcanzar. Tu voluntad de llegar, las ganas de vencer, el deseo de usar todo tu potencial son las llaves para realizar tus ilusiones.

Sin un gran vuelo de la imaginación, perdemos la emoción de las posibilidades.
Soñar, después de todo, es una manera de hacer planes.

Vivir y gozar y en vez de dormir, soñar.

¡Feliz cumpleaños, hijo!