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Nombre: Mr. Woodstock
Ubicación: México, Distrito Federal, Mexico

Escritor, Publicista, Consultor, Aventurero, Alegre, Amigable, Filósofo.

miércoles, abril 25, 2007

Pienso en los lectores "inteligentes", esos que quieren que todo corresponda, la vida del escritor y la prosa, la obra con el mentor.
Para aquellos, que han estado preguntando si existen reglas para escribir, les digo que sí, por supuesto.
En el mercado hay una gran variedad de libros que tratan sobre esto,
pero para ahorrarles la búsqueda, reproduciré el decálogo, de mi mentor, maestro y amigo, Raúl Renán.

Decálogo del Escritor

Primero. Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre.

Segundo. No escribas nunca para tus antepasados, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus contemporáneos. Hazlo para la posteridad, en la cual sin duda serás famoso, pues es bien sabido que la posteridad siempre hace justicia.

Tercero. En ninguna circunstancia olvides el célebre dictum:
En literatura no hay nada escrito.

Cuarto. Lo que puedas decir con cien palabras, dilo con cien palabras;
lo que con una, con una. No emplees nunca el término medio;
así, jamás escribas nada con cincuenta palabras.

Quinto. Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha hay que ejercitarse de día y de noche.

Sexto. No persigas el éxito. El éxito acabó con Cervantes, tan buen novelista hasta el Quijote.
Aunque el éxito es siempre inevitable, procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos entristezcan.

Sétimo. Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor.

Octavo. Trata de decir las cosas de tal manera que el lector sienta siempre que en el fondo es tanto o más inteligente que tú. De vez en cuando procura que efectivamente lo sea; pero para lograr eso tendrás que ser más inteligente que él.

Noveno. No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio.

Décimo. Otra vez el lector. Entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor apetecerá tus creaciones; si escribes cosas para el montón nunca trascenderás.

Anatole France, lo resumía en dos reglas:
Tener algo que decir, y decirlo bien.
Si leo, no es por saber más, sino por ignorar menos.

¡Hasta Mañana!