¿Guerra o matanza?

Se ha devaluado el concepto. Se ha distorsionado la imagen. Se ha corrompido la práctica.
La guerra en otra época se desarrollaba en los campos de batalla, lejos de las zonas residenciales, de los caseríos hogareños. Allí se enfrentaban los ejércitos en grandes espacios. Se aplicaban estrategias de ataque y los guerreros, bien pertrechados, se enfrentaban poniendo en juego sus destrezas bélicas. Era el auténtico "arte de la guerra".
Podía haber lugar para el valor y para el heroísmo.Se llegaba a la lucha cuerpo a cuerpo, frente a frente, espada con espada. los ancianos, las mujeres y los niños, no sufrían ningún ataque y continuaban su vida, lejos de la conflagración.

Ahora se le llama guerra a la matanza. No se enfrentan los ejércitos de guerreros en campos de batalla. Se trata de aniquilar a la población inerme con explosiones súbitas o proyectiles teledirigidos. Se piensa en envenenar el aire que se respira o el agua que se beba o esparcir en la atmósfera gérmenes de enfermedades letales porque no se busca una victoria sobre el enemigo sino el exterminio de una cultura, de una raza, de una fe, de un pueblo a quien se le niega el derecho a existir por sus diferencias. No se trata de luchar, de combatir, sino de matar sin enfrentar destrezas o potencias. Los ataques se vuelven criminales, cobardes, traicioneros, solapados y anónimos.

El terrorismo ha contaminado la guerra. Sólo se podrá combatir el terrorismo con terrorismo. Una lucha interminable por la actitud epidémica de auto inmolación homicida, en tierras islámicas y el ataque a las ramas y a los malos frutos, sin curar las raíces, en la hegemonía noratlántica.

¿Qué preguntas podrían cambiar a la guerra por justicia? Se podría preguntar: ¿Cómo se pueden distribuir mejor los bienes y las oportunidades en nuestro mundo contemporáneo? En lugar de sólo inquirir: ¿Cómo acabaremos con los ataques terroristas?
La matanza criminal es lo que queda de lo que fue la guerra. Los terrores de la miseria, del hambre, de la enfermedad y de las oportunidades canceladas han motivado el terrorismo, desesperado y ciego, de las multitudes oprimidas.

Una nueva globalización solidaria sería la guerra más benéfica contra toda inhumanidad, que es el único verdadero enemigo. No es lo constitutivo sino lo manifestativo. Se quiere quitar el humo sin extinguir el fuego. Se prepara un gran disparo; pero no va dirigido al blanco... se quiere suprimir violentamente una situación peligrosa, sin suprimir sus causas.

"El inocente es la víctima propiciatoria de la crueldad que no sospecha"
Elena Garro

Las matanzas, bajo el sinónimo de la guerra, suelen ser una forma de venganza.

¡Hasta mañana!...