PEPEGRAMAS 8

La contabilidad personal
Últimamente han estado pasando por televisión un comercial del SAT, en el que "invitan" a los contribuyentes a poner en orden sus deudas fiscales.
Esto me motivó a escribir algo acerca de "La contabilidad personal".
¿Le has hechado un vistazo al estado de pérdidas y ganancias de tu vida?
Nuestra vida es el negocio más importante que debemos atender.
¿Estás operando con números rojos?
¿Hay cuentas pendientes de pago?
¿Has tenido ganancias y tu "capital" ha crecido?

Creo que hacer cuentas de cuando en cuando es saludable y necesario.
Reajustar, invertir nuestro tiempo, disfrutar las ganancias. Todo esto hay que tormarlo en cuenta. Si ya tienes un "socio" o "socia", hagan su contabilidad juntos:
¿Cómo va esa sociedad?
¿Se reúnen para resolver los problemas que afectan a ambos?
Si no lo has hecho, creo que hoy es un buen momento para hacerlo.
Tu vida es un negocio, revisa tus cuentas...
¡No vaya a ser que llegues al cierre en completa bancarrota!

Pobreza
El otro día me encontré con un individuo de esos que abundan:
¡Un pobre hombre rico!
Es dueño de varios departamentos en Santa fe, posee acciones de diversas compañías y varias cuentas bancarias.
Pero es pobre. Lleva en su mente la esencia de la pobreza, porque siempre teme gastar unos centavos, sospecha de todo y de todos, se preocupa demasiado de lo que tiene y le parece poco.
El pobre hombre rico se angustia por la cuenta del supermercado, porque consume mucha electricidad y gas; porque cuesta mucho la gasolina. Siempre está buscando el modo de disminuir el salario de los sirvientes. Le molesta que su mujer le pida dinero, se angustia, cada mes, con la colegiatura de sus hijos.

Las peticiones de aumento de sueldo de sus empleados le arden más que un cáustico. En fin, tiene los síntomas e inconvenientes de la pobreza que sufre su lavandera. Y aún más, ¿qué diferencia hay entre él y un pordiosero?
Pobreza no es carencia; es la presión de la carencia.
La pobreza está en la mente, no en el bolsillo.

"No es rico el que tiene mucho, sino el que da mucho"
Erich Fromm

Yo vivo afortunadamente de eso,

de lo que me proporcionan mis derechos de ambigüedad.

¡Sean felices!...