Inexistencia.
Me
he pasado el día entero torturado por la constante persecución de un pensamiento
tras otro, y esto ya es mucho, pues con cada pensamiento me siento aniquilado.
Y lo peor, es que hoy me percaté de
mi inexistencia, porque cuando traté de pensar no pude. Y cuando los que piensan
pasaron a mi lado ignorándome, quedé totalmente convencido.“El espíritu perdido en un cuerpo físico, es una mente perdida en los brazos de las circunstancias meditadas”...
Así
es la vida… te parte el alma, te aniquila la esperanza, destruye tus sueños y
sentimientos. Más la vida es así, ser herido, levantarse y seguir con paso
firme… ¡vaya juego! Por eso yo este día he tomado una decisión: Levantarme y
seguir andando el camino… y aquél quiera puede acompañarme.
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