Mi foto
Nombre: Mr. Woodstock
Ubicación: México, Distrito Federal, Mexico

Escritor, Publicista, Consultor, Aventurero, Alegre, Amigable, Filósofo.

miércoles, diciembre 12, 2007

Rostro de Diosa joven, madre niña

Si el ángel es considerado adulto, la Virgen es joven. Encarna un rostro que no es ni indio ni español, sino mestizo. Ella sugiere esa síntesis, esa nueva raza.
La Virgen de Guadalupe es "la" mestiza por excelencia, y los mexicanos la llamamos en nuestros momentos más íntimos: La morena. La Virgen morena es la Diosa de todos los mexicanos.
Enfrentarse al misterio de la Virgen de Guadalupe, de México, es francamente difícil. Ante la cantidad de información que existe uno no puede más que asombrarse ante la sobrenaturalidad de los fenómenos que la rodean.

¿Por qué el nombre de Guadalupe?
El origen del nombre de Guadalupe siempre ha sido motivo de controversias, y muchas posibles explicaciones han sido dadas. Se cree sin embargo como la más acertada que el nombre es resultado de la traducción del Náhuatl al español de las palabras usadas por la Virgen durante su aparición a Juan Diego.

Todo nace de una leyenda (lo tratamos como leyenda ya que existen dudas de su veracidad) recogida en un antiquísimo documento indio -el Nican Mopohua- uno de los más importantes y claros en la transmisión de los hechos que tuvieron lugar en los primeros días de diciembre de 1531 y cuyo protagonista es Juan Diego y las apariciones en un lugar llamado Tepeyac. Se dice que la Virgen pidió a Juan Diego (canonizado en 2002) ser llamada "Coatlaxopeuh", que en náhuatl significa "la que pisa la serpiente". Pero cuando lo tradujeron los españoles probablemente la asociaron con la extremeña "Guadalupe".
Se cree que Nuestra Señora usó el término náhuatl de Coatlaxopeuh, el cual es pronunciado "quatlasupe" y suena extremadamente parecido a la palabra Guadalupe. Coa significando serpiente, tla el artículo "la", mientras xopeuh significa aplastar. Así la Virgen se debió haber referido a ella misma como "la que aplasta la serpiente".

" No se turbe tu corazón; no temas esa enfermedad,
ni otra alguna enfermedad o angustia.
¿No estoy yo aquí que soy tu madre?
¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy yo tu salud?
¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Qué más has menester?
No te apene ni te inquiete otra cosa".
(Palabras de la Virgen a Juan Diego)

¡Felicidades, Virgencita de Guadalupe!...